Pegó primero y dos veces con las novelas Dogo (2016) y Cruz (2017), finalista del premio Dashiell Hammett a la mejor novela negra. Es uno de los estandartes del recambio generacional que se produjo en las ligas locales del género negro. Hacedor de las páginas más perturbadoras de la década que está finalizando, Nicolás Ferraro habló, entre otras cosas, de su audaz búsqueda en la impactante e ineludible Cruz: hallar un registro poético que pudiera anestesiarnos a nosotros, los lectores, de una narración desbordante de violencia extrema y continuada. Foto: Alejandro Neón Meter